Ya tenemos sentencia sobre el juicio a los autores y participes en los atentados del 11 de marzo. Algunos pagaran con muchisimos años de carcel y otros no tantos. Pero la justicia ha hablado y es lo que cuenta.Otros, ya pagaron en su día, en las urnas las mentiras que trataron de vendernos y los errores que cometieron en los días posteriores a la masacre.
Sin embargo, aquellos que aprovecharon la situación, los que habitan en los asientos azules del congreso, parecen haberse olvidado del acoso al que sometieron al ejecutivo de entonces. no era lógico que la oposición tomara la postura que tomó. Tampoco ha habido nunca precedentes sobre la vergonzosa jornada de reflexión previa a las elecciones.
Mi impresión particular sobre los acontecimientos de aquel día, al igual que la de muchos, fue de una profunda confusión. Comprobar que los dos partidos con aspiraciones al poder se destrozaban mutuamente a costa de la sangre de muchos, hizo que desde entonces sintiera repugnancia por nuestra clase política.
Unos y otros callan ahora (algunos mas que otros). Los dinamiteros del PP parece que acatan la sentencia y olvidan (no se si por mucho tiempo) las teorías conspirativas.
Los sociatas, muestran ahora su lado sosegado (el que no demostraron entonces) y ya tienen motivos para machacar a la oposición.
Aunque para mí, las teorías de ambos quedan anuladas tras tres años y siete meses de los hechos.
Los que alcanzaron el poder vendiendo los males de la guerra de Irak han podido comprobar que los terroristas no necesitan excusas para matar y aun hoy seguimos bajo la amenaza de los fundamentalistas.
Los que perdieron el poder tendrán que asumir que no hay pruebas de la vinculación de ETA, y de que fue la ciudadanía la que los apeó del sillón el día 14 de marzo de 2004.
Ahora, no sé si las victimas descansaran en paz, porque mientras unos y otros no asuman sus errores al menos les quedará el consuelo (allá donde estén) de que aquellos que les arrebataron la vida pasarán muchos años entre rejas.
Para los supervivientes y para las familias lamentablemente ninguna sentencia podrá resarcir jamás el dolor que permanece en sus corazones.
2 comentarios:
De la sentencia dictaminada hoy, que no arroja luz sobre los inductores intelectuales del atentado, tan sólo espero que no sea empleada ni por unos ni por otros como arma arrojadiza con la que obtener un rédito electoral. Es hora de que los políticos tengan clase y generosidad y no hagan más sangre con 192 inocentes. Es hora de tener un poco de categoría, pero no soy demasiado optimista al respecto. Esta sentencia ha establecido la verdad, la verdad judicial al menos y con esa hemos de quedarnos, ya que no otra podemos conocer. Creo que los 192 inocentes merecen descansar en paz de una vez por todas. Basta ya de hacer sangre sobre su dolor y su memoria. No es de recibo. La sentencia debe ser acatada y no seguir azuzando fantasmas donde no los hay.
Lamentablemente seguiran dando guerra unos y otros.. Respecto a lo de los inductores, me gustaría pensar que fueron los que murieron en Leganes, sino aun siguen por ahi riendose de nosotros.
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