martes, 25 de septiembre de 2007

¿Que es España?

Muchos se preguntarán hoy día esto mismo. Yo casi nunca me lo había preguntado, pero llevo unos días indagando por los periodicos y leyendo los comentarios que hacen los lectores (entre los que me incluyo) y he observado que se aprovecha la minima para comenzar un enfrentamiento escrito. Resultaría gracioso si no fuera por que al final lo unico que te deja todo esto es un mal sabor de boca.
Catalanes que quieren ser independientes, catalanes que quieren valencia, valencianos que no quieren a los catalanes, navarros que se sienten vascos, vascos que quieren navarra, gallegos que quieren una hora menos, portugueses que quieren ser españoles, españoles que no saben lo que quieren...
Vivimos en la generación del desencanto. Nos sentimos asqueado de todo y de todos, queremos sentirnos diferentes y luchar contra la mediocridad, en definitiva lo unico que sucede es que tenemos una falta total de identidad.
Y me sigo preguntando que es España. Hasta ahora pensaba que se trataba de una sola nación con unos intereses comunes, con gentes que comparten una misma cultura. Pero no es asi, somos todos demasiado diferentes, demasiado maleables, demasiado intransigentes.
Sería facil despertarse una mañana y ser consciente de lo que uno es, a la tierra a la que pertenece, el lugar que ocupa en la sociedad y levantarse sin ningún tipo de complejos.
En un mundo cada vez más interconectado, en el que todos vamos teniendo cabida, algunos han dejado de mirar al horizonte y han comenzado a mirarse el ombligo, ha sentirse mas importantes que el resto, a querer sobresalir por encima de los demás intentando acrecentar lo que les diferencia del resto.
Un paso hacia adelante y dos hacia atrás. Así no llegaremos muy lejos. Mientras algunos se empeñen en tratar de demostrarme que lo mio es mas y mejor, yo seguiré mirando hacia el horizonte buscando cosas nuevas. Mientras insistan en que mi idioma es la ostia, yo buscaré nuevas formas de hablar. Cuando traten de menospreciar a mi vecino por ser diferente, yo daré la cara por él.
Creo que puedo hablar de España con orgullo, al igual que hablo con pasión de mi pueblo o de mi comunidad autonoma, y cuando me hablen de Europa podré levantar la cabeza orgulloso de pertenecer a una sociedad sin complejos, que avanza hacia el futuro, y que hace ya mucho tiempo dejó de mirarse el ombligo para abrirse al mundo... Al menos ese es mi deseo.
Otros sin embargo seguirán buscando su propio mundo sin sentido en el que solo entran ellos mismos y sus complejos.

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